"El estatus de realidad alcanzado por la película se ha traducido en tours guiados de La lista de Schindler en torno al gueto de Cracovia y al campo de Plaszow. Esos tours no siguen los pasos del verdadero Holocausto, sino los de la película de Spielberg. (...) Los turistas que visitan esa zona desena visitar el lugar donde se filmaron las escvenas, más que la ubicación del gueto original. De esa forma, el Holocausto de Spielberg se ha converttido para muchos en algo más real que la propia historia."
Álvaro Lozano: El Holocausto y la cultura de masas, pàgina 87
Mesos abans de llegir el llibre de Álvaro Lozano, vaig trobar un reportatge fotogràfic en un bloc sobre els viatges de les vacacances d'estiu del seu autor.
Plaça dels Herois del gueto de Cracòvia
La fàbrica d'Oskar Schindler
"La película de Spielberg resulta un arquetipo del denominado "Holocausto de Hollywood" con Oskar Schindler en el papel de imperfecto pero redimido héroe; Amon Göth como el sádico comandante nazi, prototipo del "malo" hollywoodiense y la mayoría de los judíos como meros supervivientes pasivos. (...)
Una de las graves deficiencias de La lista de Schindler es que manipula la historia para convertirla en un producto aceptable para el público de masas. (...)
El dolor eterno del Holocausto sería más sencillo de aceptar si pudiese ser explicado como un acto aislado de unos sádicos o desequilibrados. Si bien es cierto que existieron sádicos y desequilibrados entre el gran número de alemanes y de otras nacionalidades que se vieron envueltos en el asesinato masivo, la mayor parte de los que participaron de forma directa o indirecta fueron alemanes, ucranianos, letones, rumanos y otros ciudadanos corrientes, muchos de los cuales profesaban la religión católica, protestante u ortodoxa. Los verdugos tenían familias, hogares y carreras y, cuando finalizó el conflicto, muchos regresaron a ellas. Sin embargo, durante un perido de sus vidas, esos ciudadanos corrientes, hombres y mujeres, abandonaron un sistema civilizado de valores arraigado en el legado occidental para participar de forma directa o indirecta en el asesinato masivo de otros seres humanos. (...)
El fracaso moral de La lista de Schindler se debe a un enfoque erróneo. Una representación dramática de los crímenes del nazismo nos debía dejar humillados y sobrecogidos sobre la naturaleza de nuestra especie. La película de Spielberg no se enfrenta a esas cuestiones ni exigen tampoco que lo haga el espectador. Lo que proporciona es una oportunidad de trascenderlas concentrándose en un atípico hecho de bondad."
Álvaro Lozano: El Holocausto y la cultura de masas, pàgina 94
A partir del trailer del film podem continuar aprofundint en l'anàlisi de Álvaro Lozano.
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